sábado, 28 de febrero de 2009

Ese hombre

Esta mañana he tropezado con una canción que todos hemos oído de pequeños pero que hasta que no te haces mayor no eres capaz de entenderla. Esta canción es "Ese hombre", de Rocío Jurado.


No creo que haya que hacer demasiados comentarios ... Muchas de nosotras hemos conocido de manera directa o indirecta a hombres como "ése", y creo que esta canción expresa perfectamente lo que una mujer puede sentir ante esos "grandes necios" incapaces de estar a la altura de la mujer que tienen al lado.

Una vez me dijo un amigo cuando yo estaba en un mal momento sentimental:"tu pareja te tiene que hacer sentir especial" y lógicamente, en aquél momento, él me hacía sentir cualquier cosa menos especial, por lo que poco después opté por seguir mi camino sola. Así que sirva esta canción para soltar toda esa rabia que muchas veces llevamos dentro (afortunadamente ahora mismo no es mi caso)para abanderar que no hay que aguantar a nadie que no te haga feliz.

Para compensar una canción llena de energía que me hace gracia: "Arrasaaaaaaaandooooooooooo"

martes, 17 de febrero de 2009

Fin de Semana en Málaga

No hay nada mejor como desconectar un fin de semana en buena compañía. Aquí Marta y María, y tras la cámara, Encarni, mis compis del pasado fin de semana en Málaga.

Dos días muy interesantes, donde compartimos muchas cosas con sentido del humor, además de un estupendo día soleado en Nerja, pueblo de la mítica serie "Verano Azul".... En el coche hacia Nerja, fue curioso observar las montañas nevadas a la izquierda y el mar a la derecha, muy bonito. No solo viaja una por trabajo, también con amigos, y en ambos casos, viajar siempre es un verdadero placer.

domingo, 8 de febrero de 2009

De lo correcto a lo inevitable

El corazón me susurraba que estábamos más cerca de lo que parecía. Lo presentía, imaginaba su presencia a pocos metros y él mismo me lo confirmó días más tarde. Estuvimos juntos bajo el mismo cielo gris, bajo el mismo cielo frío, bajo el mismo cielo cubierto de estrellas, a escasos metros, como lo estamos en el día a día, pero aquella vez la proximidad era más fehaciente, más intensa ... su imagen era una sombra continua, y la inquietud por saber si estábamos tan cerca como me imaginaba, era la ilusión sobre la cual apoyaba todas las contrariedades encontradas en el camino.

En medio de aquella vorágine de intensidades emocionales, una imagen fugaz me dio la clave: pondría mi mano en el fuego -pondría mi mano en el corazón- asegurando que nos cruzamos bajo la blanca manta que ocasionaba la pérdida de control sobre lo planeado. Un instante eterno, un cruce de miradas que pararon el tiempo, el viento, el sol, la lluvia, la nieve ... que aceleraron mi corazón hasta límites insospechados, o mejor dicho, como el tiempo, el viento, el sol, la lluvia o la nieve, sus ojos detuvieron los latidos de mi corazón. No quise mirar atrás buscando la respuesta porque sabía que la respuesta era solamente una, y que la conocería tarde o temprano, como así ha sido. Tan cerca ...

Una llamada me devolvió a la realidad olvidada, enterrada por decisión propia, por miedo a encontrar lo que no deseo ver. Convencida de que la ilusión debía ser extraviada en el último aeropuerto del año anterior, el reencuentro con su voz no pudo ser más acogedor. Unas primeras palabras seguras, propias de la contención de sentimientos pasados al borde del abismo, dieron paso poco a poco y sin preverlo, a una fluida secuencia de ideas, y a una posterior implicación afectiva de la que no sé salir. El pequeño universo particular que se crea entre sus labios y los míos fluye inesperadamente, fluye siempre más allá de lo que considero oportuno para nuestra situación impersonal ... él siempre consigue traspasar discretamente el límite, de lo correcto a lo personal, de lo justo a lo generoso, de lo contenido a la explosión de mi corazón... consigue tocarme el alma con solo un susurro...

Ayer una amiga me dijo: "estás más guapa, se te nota que estás enamorada". Temo que todo se diluya en un instante, que este epicentro de caos, este torbellino atroz que rodea mi existencia me atrape y me lleve hasta donde no quiero ir, pero sé que he entrado en la senda que me conduce hacia él y ya no puedo volver atrás. Me espera una nueva aventura donde él será previsiblemente mi rey, mi rey de oros. Ya prácticamente no puedo volver atrás, tan solo tomar su palabra, su invitación, su mano extendida hacia mí ... el puente de nueve arcos está casi terminado. Sólo falta la inauguración oficial para empezar a caminar sobre él, y será para bien o para mal. Sea como sea, estoy segura de que no me arrepentiré. Quien nada arriesga, nadie consigue. Como suele ser habitual en mis reflexiones personales, los fantasmas siguen dando más miedo de lejos que de cerca.

domingo, 1 de febrero de 2009