Hace un año y medio aproximadamente opté por tomar una filosofía de la cual no me arrepiento en absoluto: simplificar la vida todo lo posible, ir a lo esencial, a lo básico, quitar adornos innecesarios y encontrar lo verdaderamente importante. Medio en broma, empecé a utilizar la palabra "simplify" cuando encontraba adversidades en el camino, cuando no sabía qué decisión tomar, cuando empezaba a darle más vueltas de las oportunas a la situación que se presentaba ante mí, y repito, esta palabra me salvó de muchos dolores de cabeza.
Una vez, un amigo me dijo una frase que se me quedó clavada: "lo simple es siempre lo correcto"; no supe apreciar la profundidad de aquella secuencia de palabras hasta que me vi con el agua al cuello y tuve que salir a flote, soltar lastres ... para avanzar tuve que despojarme de peso, dejar equipaje detrás de mí, viajar con lo puesto, y una vez que lo haces, te acostumbras a la levedad.
De verdad te das cuenta de la cantidad de cosas con las que vamos cargando a lo largo de nuestra vida que son totalmente prescindibles.
Me he vuelto austera en lo material y me he enriquecido en vivencias. Posiblemente no siempre mantenga la misma filosofía, pero es cierto que cuando te acostumbras a sopesar lo importante, cuando sabes cuál es tu escala de valores, qué te satisface y qué no, te das cuenta de cuáles son las fuentes en las que tienes que beber; en mi caso, disfruto más con las sensaciones que con las cosas materiales, admiro cada vez más a la gente capaz de decidir, simplemente, cómo quieren vivir su vida, sin ser esclavos de los cánones sociales, y considero que la autenticidad es uno de los mayores tesoros que tiene el ser humano: seas como seas, sé tú mismo.
Esto de ir ligerita de equipaje te lleva a un estado de "pasotismo ilustrado", que es como decir que pasas de todo porque racionalmente has llegado a esa conclusión. O dicho de otra forma, podríamos considerarlo como un estado de libertad psíquica que refuerza tu capacidad de decidir qué quieres hacer en cada momento: a veces seguir el camino preestablecido, y a veces caminar por el atajo solitario.
A lo largo del camino, te vas encontrando compañeros de viaje con más o menos permanencia en el sendero de tu vida. En la niñez, la amistad es eterna; en la adolescencia, sagrada; en la madurez, selectiva. Las personas comienzan a repetirse como clichés a medida que vas cumpliendo años. Ya pocos te sorprenden. Ya pocos te llenan de aire fresco. Y los que sí lo hacen, los que te aportan, los que te emocionan porque siempre tienen cosas que contar, los auténticos, ésos siempre perduran, en el presente o en el pasado, ésos han caminado contigo -no siempre junto a ti- a través del tiempo. Los que no, se cayeron, como lastres, se quedaron atrás, unos por decisión propia -nuestra- y otro por decisión propia -de ellos-. Y hay que aceptarlo. Nuestra vida evoluciona y no podemos ir cargados de equipaje.
A mis 34 años, estoy perdiendo el miedo a soltar lastres, a dar un "no" por respuesta, a depender de indecisiones de terceros, a decir las cosas como las siento, a cometer errores, a ir con la cabeza alta cuando acierto, a no dejarme presionar por los miedos de los demás, a arriesgarme, a elegir entre lo que quiero y lo que no, en definitiva, a ser como soy, sin más explicaciones.
Y para finalizar, lo hago con una de mis frases favoritas: "los fantasmas dan más miedo de lejos que de cerca". A veces, simplificar es sólo tomar una decisión, dar un paso adelante, ser valiente, ir hacia donde crees que tienes que ir, aunque te equivoques. Abandonar la palabrería y abanderar la acción. Los puzles de piezas de plomo también encajan, es cuestión de engrasarlos adecuadamente para que rueden.
miércoles, 28 de enero de 2009
martes, 27 de enero de 2009
Sierra Nevada o la imposición de la Naturaleza
Ha sido un fin de semana muy intenso en emociones: descubrir por primera vez ese oasis invernal casi impropio de estas latitudes, ese dominio absoluto de la naturaleza frente a la cual no puedes hacer nada, tan duro y tan maravilloso a la vez, esa paciencia y buen humor de los compañeros de viaje, ese olor a leña en "La Chimenea", ese blanco inmaculado cubriéndolo todo, el tacto de la nieve recién caída, los chiquillos jugando y los padres disfrutando más que ellos, el trineo ruso, las maravillosas vistas desde el hotel, los esquiadores -pocos- deslizándose por las laderas nevadas,... ya estoy organizando el próximo viaje.
lunes, 19 de enero de 2009
Fines de Semana Atareados
Últimamente, cada fin de semana es un mundo aparte ... llevo varios, los últimos cuatro o cinco, que no tienen nada que ver los unos con los otros y sin embargo, consigo compartir tiempo y espacio con personas interesantes que me hacen sentirme feliz, lo cual no es fácil...
Comienzo a pillar el ritmo de antes de navidad. Comienzo a renacer, pese al frío, la lluvia, y las dificultades del camino. El último martes y trece ha sido para enmarcarlo en un cuadro, colgarlo en la pared hora a hora, y decir: "no ves? hoy no es martes y trece! mira qué día más horrible fue aquél... te quejas por lo que ha pasado hoy?". Sin embargo, creo que ha sido el mejor antídoto para despertarme y seguir adelante, como siempre, con más fuerza, la que había perdido durante el periodo vacacional.
Ya empiezo a agobiarme y sentir cómo se me empiezan a amontonar asuntos pendientes, pero sé que en poco tiempo, los iré solucionando, aunque llegarán otros, y otros, y más temas por resolver, y más gente a la que conocer ... pero eso está bien.
El próximo finde estaré en Sierra Nevada...ya haré un report detallado de las sensaciones vividas... y la semana siguiente, FITUR, y el espectáculo ORIENTE URBANO... desde luego, de aburrimiento no me moriré.
Comienzo a pillar el ritmo de antes de navidad. Comienzo a renacer, pese al frío, la lluvia, y las dificultades del camino. El último martes y trece ha sido para enmarcarlo en un cuadro, colgarlo en la pared hora a hora, y decir: "no ves? hoy no es martes y trece! mira qué día más horrible fue aquél... te quejas por lo que ha pasado hoy?". Sin embargo, creo que ha sido el mejor antídoto para despertarme y seguir adelante, como siempre, con más fuerza, la que había perdido durante el periodo vacacional.
Ya empiezo a agobiarme y sentir cómo se me empiezan a amontonar asuntos pendientes, pero sé que en poco tiempo, los iré solucionando, aunque llegarán otros, y otros, y más temas por resolver, y más gente a la que conocer ... pero eso está bien.
El próximo finde estaré en Sierra Nevada...ya haré un report detallado de las sensaciones vividas... y la semana siguiente, FITUR, y el espectáculo ORIENTE URBANO... desde luego, de aburrimiento no me moriré.
domingo, 11 de enero de 2009
Alanis
El otro día recordé una canción de Alanis Morrissette. La busqué en Youtube y recuperé la letra. La canción es "You oughta know", el regalito que le escribió a su ex cuando la abandonó. Me hace gracia la intensidad de emociones que descarga en cada frase, desde la irónica "an older version of me" hasta "how quickly I was replaced", pasando por la famosa "does she know how you told me and you'd hold me 'til you died ... but you're still alive".
Visto con la perspectiva temporal, repito, me hace incluso gracia, pero reconozco que todos hemos vivido ese pellizco de dolor extremo que supone una ruptura y un posterior emplazamiento de tu lugar, físico y afectivo, por otra persona, un/a intrus@ que te usurpa de manera vil y sin vuelta atrás lo que era tuyo hasta hace nada. Lo peor no es la sustituta, sino la traición de tu pareja, sobre todo la traición en sentimientos.
Como todos tenemos un pasado, esta canción también tiene nombre propio en mi curriculum sentimental, aunque obviamente no voy a decir quién, pero recordando aquellos momentos que viví cuando la relación se rompió y fui sustituida por una versión más vieja, supuestamente más madura, DªPerfecta, entiendo perfectamente la garra y casi desesperación con la que Alanis escribió la canción. Sin embargo, el tiempo lo pone todo en su sitio...
Os dejo con el video. He visto distintas versiones de la canción, y he optado por insertar un concierto en directo pq me parece una de las versiones más salvajes, como corresponde a una letra tan desgarrada. Curioso también cómo censuran en varias versiones la frase "when you fuck her"... En este video no hay censuras y tenemos a nuestra amiga en estado puro.
Visto con la perspectiva temporal, repito, me hace incluso gracia, pero reconozco que todos hemos vivido ese pellizco de dolor extremo que supone una ruptura y un posterior emplazamiento de tu lugar, físico y afectivo, por otra persona, un/a intrus@ que te usurpa de manera vil y sin vuelta atrás lo que era tuyo hasta hace nada. Lo peor no es la sustituta, sino la traición de tu pareja, sobre todo la traición en sentimientos.
Como todos tenemos un pasado, esta canción también tiene nombre propio en mi curriculum sentimental, aunque obviamente no voy a decir quién, pero recordando aquellos momentos que viví cuando la relación se rompió y fui sustituida por una versión más vieja, supuestamente más madura, DªPerfecta, entiendo perfectamente la garra y casi desesperación con la que Alanis escribió la canción. Sin embargo, el tiempo lo pone todo en su sitio...
Os dejo con el video. He visto distintas versiones de la canción, y he optado por insertar un concierto en directo pq me parece una de las versiones más salvajes, como corresponde a una letra tan desgarrada. Curioso también cómo censuran en varias versiones la frase "when you fuck her"... En este video no hay censuras y tenemos a nuestra amiga en estado puro.
Primer resumen anual 2009
Es curioso cómo "reseteamos" el disco duro al empezar un año nuevo ...
Este año me he propuesto mimarme un poquito más. Todos deberíamos practicar este "porque yo lo valgo", lema al que me agarro en el 2009, especialmente las mujeres, que tendemos a dejar caer nuestra autoestima por los suelos con demasiada ligereza. Yo no me considero una persona débil, pero tengo también mis flancos a través de los cuales los ataques suelen ser diana segura.
El año pasado, en su último trimestre, empecé a sufrir una metamorfosis kafkiana. Creo que dentro de cada personas existen muchos "yo" diferentes: puedes tirar de tu yo sensible, del macarra, del diplomático, del alternativo, del conservador ... dependiendo de las situaciones y de las etapas de la vida. Yo estoy entrando en una etapa de madurez equilibrada y noto que mi yo más clásico va tomando posiciones. Digamos que estoy evolucionando, y me estoy volviendo un poquito más "pija" de lo que he sido hasta ahora. Pero es pura evolución natural. Si en la universidad vestías como estudiante e idealizabas el mundo, a partir de los 30 pones los pies en el suelo y empiezas a buscar satisfacciones propias más que globales. No es egoísmo, es realismo y supervivencia.
Ante este hecho han influido varias situaciones que se han dado también por propia evolución. La primera es la creación de mi empresa, que me ha dado mucha seguridad, y esto implica a su vez un montón de cosas más. Es como una fila de fichas de dominó: cae la primera y caen todas las demás, sin poder pararlas.
Septiembre del año pasado fue un mes que me abrió las puertas a unos meses muy intensos en todos los aspectos, y me dio la clave de algunas preguntas sin respuestas que parecían quedar en el aire indefinidamente.
En una de las múltiples citas, tropecé con alguien. Era atractivo, más aún después de hablar con él una hora y media. Pasé en 90 minutos de mirarlo con recelo y cierto prejuicio a sentirme atraída sin poder frenar aquellas sensaciones. Pasé de pensar que era el tipo de hombre que le gustaría a mi mejor amiga a darme cuenta de que realmente se había cruzado en mi camino para poner punto y final al sinfín de personajillos estériles que había sembrado en mi vida. Desde entonces, todo lo que me ha acercado a él no ha hecho más que apoyar las turbulencias de sensaciones que me produjo aquel día. No sé si lo volveré a ver ... aunque creo que sí. No tengo prisas. Como diría mi abuela: "el que está para ti, ése no te lo quita nadie".
Este año me he propuesto mimarme un poquito más. Todos deberíamos practicar este "porque yo lo valgo", lema al que me agarro en el 2009, especialmente las mujeres, que tendemos a dejar caer nuestra autoestima por los suelos con demasiada ligereza. Yo no me considero una persona débil, pero tengo también mis flancos a través de los cuales los ataques suelen ser diana segura.
El año pasado, en su último trimestre, empecé a sufrir una metamorfosis kafkiana. Creo que dentro de cada personas existen muchos "yo" diferentes: puedes tirar de tu yo sensible, del macarra, del diplomático, del alternativo, del conservador ... dependiendo de las situaciones y de las etapas de la vida. Yo estoy entrando en una etapa de madurez equilibrada y noto que mi yo más clásico va tomando posiciones. Digamos que estoy evolucionando, y me estoy volviendo un poquito más "pija" de lo que he sido hasta ahora. Pero es pura evolución natural. Si en la universidad vestías como estudiante e idealizabas el mundo, a partir de los 30 pones los pies en el suelo y empiezas a buscar satisfacciones propias más que globales. No es egoísmo, es realismo y supervivencia.
Ante este hecho han influido varias situaciones que se han dado también por propia evolución. La primera es la creación de mi empresa, que me ha dado mucha seguridad, y esto implica a su vez un montón de cosas más. Es como una fila de fichas de dominó: cae la primera y caen todas las demás, sin poder pararlas.
Septiembre del año pasado fue un mes que me abrió las puertas a unos meses muy intensos en todos los aspectos, y me dio la clave de algunas preguntas sin respuestas que parecían quedar en el aire indefinidamente.
En una de las múltiples citas, tropecé con alguien. Era atractivo, más aún después de hablar con él una hora y media. Pasé en 90 minutos de mirarlo con recelo y cierto prejuicio a sentirme atraída sin poder frenar aquellas sensaciones. Pasé de pensar que era el tipo de hombre que le gustaría a mi mejor amiga a darme cuenta de que realmente se había cruzado en mi camino para poner punto y final al sinfín de personajillos estériles que había sembrado en mi vida. Desde entonces, todo lo que me ha acercado a él no ha hecho más que apoyar las turbulencias de sensaciones que me produjo aquel día. No sé si lo volveré a ver ... aunque creo que sí. No tengo prisas. Como diría mi abuela: "el que está para ti, ése no te lo quita nadie".
domingo, 4 de enero de 2009
El vértigo de la cuenta atrás
Comencé este blog tras las últimas vacaciones de verano, y recuerdo que me ocurrió lo mismo: tenía vértigo a empezar nuevamente la rutina diaria. No es miedo, es vértigo. Vértigo por no saber qué va a ocurrir cuando toda la vorágine navideña (ese tiempo de tregua, ese paréntesis invernal donde todo parece ser maravilloso) termine. No tengo especial apego a estas fechas, intento construir la base de mi felicidad particular en el día a día, no esperando los grandes acontecimientos anuales: eso me parece propio de otras etapas de mi vida , donde todo se magnificaba. Aún así, no puedes ser ajen@ a todo lo que ocurre a tu alrededor, y te dejas influir por los buenos deseos y todo ese sinfín de cosas que lleva pareja la Navidad. Tras la fiesta, el vértigo de este nuevo "primer día de cole", que desaparece justo con la recuperación del ritmo diario, pero aún no he conseguido vencerlo de antemano.
A partir del miércoles 7 recupero el gimnasio. Me quité hace unos meses porque perdí el ritmo y dejé de asistir con la suficiente regularidad como para seguir abonando la cuota pertinente, y oye, la pela es la pela, así que abandoné, me di por vencida. Sin embargo, y ante mi propia sorpresa, lo echo de menos ... especialmente echo de menos a mis compis de clase, que son casi como las compis del cole. Así que de nuevo tengo una cosa más que hacer (por si no fuera suficiente) cada día, pero bueno, ahora viene el buen tiempo y los paseos hasta Triana -e incluso la cervecita porterior, para compensar la pérdida de calorías- suelen ser muy gratificantes. Triana es uno de mis barrios favoritos, me encanta cruzar el río y entrar en ese jolgorio particular trianero, esa idiosincracia propia que trasciende a pesar de las modernidades propias de la época en que vivimos.
En la foto, algunas de las "Gawazi de Triana", con Neferet a la cabeza, jejeje. Este es el grupo de alumnas que hacíamos danza oriental en Triana hace dos años, y como veis, nos salían bolos y todo. Yo soy -para quienes no me reconozcan- la del traje naranja :)jueves, 1 de enero de 2009
Feliz 2009 - La teoría del puzle vital y los ciclos de 7 años
¡Feliz 2009 a todos!
Reconozco que tengo equilibrio suficiente en mi vida como para sentirme satisfecha, pese a que todo es mejorable, por lo que no quiero pedir al nuevo año que hoy comienza un exceso de deseos, tan sólo lo básico: salud y trabajo.
Sin embargo, este año me he propuesto arriesgarme un poquito más a nivel sentimental: creo que empiezo a sentirme en condiciones de buscar una pareja, y además, creo que sé cómo la voy a encontrar. Siempre digo que la vida es como un gran puzle en el que van encajando piezas. A veces nos empecinamos en meter algunas donde no caben, y empujamos aquí, allí, y no cuadran en ningún sitio. Es que no son piezas de nuestro puzle particular, deben haberse extraviado de un puzle ajeno, y por mucho que nos empeñemos, no van a encajar.
Otras veces, sin embargo, sentimos que una pieza se une a otra casi sin tener que realizar esfuerzo alguno, como un imán, se atraen y encajan a la perfección. Y tras ellas, se unen otras y otras, y de repente, ves que tienes montada una parte importante de tu puzle vital casi por arte de magia. No es que sea repentino, es que antes has dado muchas vueltas observando piezas, pensando cómo pueden encajar unas con otras, y poco a poco las has unido, con errores, a veces hasta con desesperación, hasta que finalmente consigues encontrar el sitio de todas y cada una de ellas, que se van entrelazando casi por inercia, hasta llegar a ver gran parte de esa imagen final que tantas ganas tienes de observar: el puzle de tu propia vida.
La teoría de los 7 años
Un buen amigo me comentó que la vida se divide en ciclos de 7 años, o eso cuentan los esotéricos. Sea cierto o no, tengo que decir que yo estuve 7 años en la Universidad mientras obtenía mis dos títulos universitarios, y tras ese periodo, me introduje casi por "casualidad" -digamos ¿destino?- en el mundo turístico realizando un curso de dirección de agencias de viajes: obtuve el título-licencia de mi propia agencia de viajes 7 años después. No me había parado a pensar este hecho hasta hace unos días, y me pareció, cuanto menos curioso.
Y ahora enlazo mi teoría del puzle con la de los 7 años, y concluyo que se tardan 7 años en encajar las piezas del puzle, jajaja.
A nivel sentimental, mi amigo me dijo: "los próximos años que cumplas son los 35, ojo porque comienza un nuevo ciclo en tu vida". Hace 7 años (6 enero de 2002) que terminé la que considero mi última relación sentimental en condiciones. Desde entonces, he deambulado de una pareja a otra sin rumbo fijo y sin pretender tener una relación estable, aunque yo misma creyese lo contrario: falso, todas mis parejas, novios, amantes, etc, estuvieron siempre en un segundo plano porque para mí, el objetivo principal de mi vida era otro. Esto lo veo ahora con la perspectiva que sólamente el tiempo nos ofrece. Y además, lo siento así: ahora sí que estoy dispuesta a darle a esa persona el sitio que se merece, a ese Rey de Oros que mi amigo me vaticinó: "busca a tu alrededor porque a tu Rey de Oros ya lo conoces. Será una persona con la que vas a aprender mucho de la vida. Tienes en tu contra el sentimiento de derrota que sientes a nivel sentimental, pero le vas a echar valor a todas las vicisitudes que encuentres en el camino. Es un hombre hecho y derecho y lo tienes a tu favor" ...
¿Será un buen pronóstico para el nuevo año?
Reconozco que tengo equilibrio suficiente en mi vida como para sentirme satisfecha, pese a que todo es mejorable, por lo que no quiero pedir al nuevo año que hoy comienza un exceso de deseos, tan sólo lo básico: salud y trabajo.
Sin embargo, este año me he propuesto arriesgarme un poquito más a nivel sentimental: creo que empiezo a sentirme en condiciones de buscar una pareja, y además, creo que sé cómo la voy a encontrar. Siempre digo que la vida es como un gran puzle en el que van encajando piezas. A veces nos empecinamos en meter algunas donde no caben, y empujamos aquí, allí, y no cuadran en ningún sitio. Es que no son piezas de nuestro puzle particular, deben haberse extraviado de un puzle ajeno, y por mucho que nos empeñemos, no van a encajar.
Otras veces, sin embargo, sentimos que una pieza se une a otra casi sin tener que realizar esfuerzo alguno, como un imán, se atraen y encajan a la perfección. Y tras ellas, se unen otras y otras, y de repente, ves que tienes montada una parte importante de tu puzle vital casi por arte de magia. No es que sea repentino, es que antes has dado muchas vueltas observando piezas, pensando cómo pueden encajar unas con otras, y poco a poco las has unido, con errores, a veces hasta con desesperación, hasta que finalmente consigues encontrar el sitio de todas y cada una de ellas, que se van entrelazando casi por inercia, hasta llegar a ver gran parte de esa imagen final que tantas ganas tienes de observar: el puzle de tu propia vida.
La teoría de los 7 años
Un buen amigo me comentó que la vida se divide en ciclos de 7 años, o eso cuentan los esotéricos. Sea cierto o no, tengo que decir que yo estuve 7 años en la Universidad mientras obtenía mis dos títulos universitarios, y tras ese periodo, me introduje casi por "casualidad" -digamos ¿destino?- en el mundo turístico realizando un curso de dirección de agencias de viajes: obtuve el título-licencia de mi propia agencia de viajes 7 años después. No me había parado a pensar este hecho hasta hace unos días, y me pareció, cuanto menos curioso.
Y ahora enlazo mi teoría del puzle con la de los 7 años, y concluyo que se tardan 7 años en encajar las piezas del puzle, jajaja.
A nivel sentimental, mi amigo me dijo: "los próximos años que cumplas son los 35, ojo porque comienza un nuevo ciclo en tu vida". Hace 7 años (6 enero de 2002) que terminé la que considero mi última relación sentimental en condiciones. Desde entonces, he deambulado de una pareja a otra sin rumbo fijo y sin pretender tener una relación estable, aunque yo misma creyese lo contrario: falso, todas mis parejas, novios, amantes, etc, estuvieron siempre en un segundo plano porque para mí, el objetivo principal de mi vida era otro. Esto lo veo ahora con la perspectiva que sólamente el tiempo nos ofrece. Y además, lo siento así: ahora sí que estoy dispuesta a darle a esa persona el sitio que se merece, a ese Rey de Oros que mi amigo me vaticinó: "busca a tu alrededor porque a tu Rey de Oros ya lo conoces. Será una persona con la que vas a aprender mucho de la vida. Tienes en tu contra el sentimiento de derrota que sientes a nivel sentimental, pero le vas a echar valor a todas las vicisitudes que encuentres en el camino. Es un hombre hecho y derecho y lo tienes a tu favor" ...
¿Será un buen pronóstico para el nuevo año?
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