Últimamente, cada fin de semana es un mundo aparte ... llevo varios, los últimos cuatro o cinco, que no tienen nada que ver los unos con los otros y sin embargo, consigo compartir tiempo y espacio con personas interesantes que me hacen sentirme feliz, lo cual no es fácil...
Comienzo a pillar el ritmo de antes de navidad. Comienzo a renacer, pese al frío, la lluvia, y las dificultades del camino. El último martes y trece ha sido para enmarcarlo en un cuadro, colgarlo en la pared hora a hora, y decir: "no ves? hoy no es martes y trece! mira qué día más horrible fue aquél... te quejas por lo que ha pasado hoy?". Sin embargo, creo que ha sido el mejor antídoto para despertarme y seguir adelante, como siempre, con más fuerza, la que había perdido durante el periodo vacacional.
Ya empiezo a agobiarme y sentir cómo se me empiezan a amontonar asuntos pendientes, pero sé que en poco tiempo, los iré solucionando, aunque llegarán otros, y otros, y más temas por resolver, y más gente a la que conocer ... pero eso está bien.
El próximo finde estaré en Sierra Nevada...ya haré un report detallado de las sensaciones vividas... y la semana siguiente, FITUR, y el espectáculo ORIENTE URBANO... desde luego, de aburrimiento no me moriré.
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