domingo, 21 de septiembre de 2008

Mis sobrinitos

La vida te cambia cuando aparece un nuevo ser que, repentinamente, empieza a formar parte indiscutible de tu realidad. Al principio no sabes cómo reaccionar, pero en cuanto te mira dos veces y te hace dos tonterías, caes en sus redes y no hay marcha atrás: te han atrapado.
En julio de 2005 apareció en nuestra vida. Iba andando por la calle San Vicente, solo, asustado, buscando un hogar. Entró en la empresa donde trabajaba mi hermana, y lo echaron. Volvió a entrar buscando el calor de alguien que lo acogiera, y lo volvieron a echar, pero un compañero le dijo a mi hermana: Yoli, ¿por qué no te lo quedas? Mira qué bonito es! ... Mi hermana y yo nos comunicábamos por internet, y al principio no me parecía bien la idea de acoger un gatito en la familia. Aún me acuerdo perfectamente de ese primer día, cuando Tenorio apareció en nuestras vidas.
Ahora, tres años después, nuestra familia gatuna ha crecido: Tenorio, Romeo, Valentín y Benjamín son nuestros tesoritos, a los que no nos cansamos de dar todo nuestro amor. Dos de ellos los recogimos en la calle, y otros dos, son regalados de dos camadas. Pa comerselos!!!!

En las fotos, el primero es Tenorio; los dos gatunos de la izquierda, son Romeo (arriba) y Valentín. El que mira hacia arriba con carita inocente es el pequeño, Benjamín (Benji para los amigos).



2 comentarios:

Naret dijo...

Ayyyyyyyyyy, que me encantan Romeo y Valentín!!!! Tenorio no lo conozco, pero seguro que es igual de lindo ;)

Yo quiero un gatúpedo también, XDDD

1Besote

Neferet dijo...

aquí la madre que los parió!! jajajaja!!!! la gatúpeda culpable de que toda mi familia haya adoptado gatos :D ya no nos podemos hacer idea de lo que es la vida sin que te vengan a recibir cuando llegas a casa (o a la oficina jiji), ni te maúllen cuando quieren salir a la calle, ni te traigan la pelotita de papel de aluminio cuando quieren jugar jijiji. se les quiere como a un hijo.